Vamos a ver las características de cada uno de ellos y luego veremos más claramente cuales son las diferencias fundamentales entre estos dos tipos de monitores:
Pantalla LCD:
Resulta la más barata siempre que usemos una pantalla menor de 40 pulgadas. Su resolución es mejor que los plasmas y no corre el peligro de que la imagen se congele y arruine los pixeles. Sus tamaños son variables y tienen menor peso. Por el contrario, al usar una iluminación siempre constante de fondo, el LCD es incapaz de conseguir un negro perfecto por lo que su contraste será peor que otros modelos.
Pantalla LED:
Al igual que las pantallas LCD, no corren peligro por tener las imágenes congeladas y también tienen un bajo consumo energético, en cambio, a diferencia de los LCD, ahora los monitores LED consiguen unos colores negros muy similares a los televisores Plasma.
El precio de los televisores LED es bastante elevado y tam
poco hay mucha variedad de tamaños disponibles para elegir.
Para quién no lo sepa, las pantallas LED utilizan una tecnología basada en un panel similar a las LCD pero iluminado por diodos que emiten luz en función de la electricidad, llegando a obtener calidades similares al plasma cuando esos “microfocos” se apagan.
La diferencia fundamental de este tipo de televisores es el ahorro de energía. Se dice que logran gastar hasta un 40 por ciento menos que los televisores LCD o plasma convencionales, siendo además mucho más delgados. Pesan menos y pueden colgarse en cualquier parte.
Otra diferencia clara es el precio. Tantas ventajas cuestan dinero. Los televisores LED cuestan del orden del doble que los plasma o los LCD. Y ya si nos vamos a los nuevos LED en 3 dimensiones, el precio se dispara por las nubes.